La arqutectura elegante con casa para tres hermanas

la casa elegante

La casa para tres hermanas

La primera imagen que vi de la vivienda me llenó la imaginación de contradicciones, todas ellas llenas de positividad, sin embargo contradictorias, como lo dulce con lo salado, dos sabores que independientemente pueden ser tan apetecibles, por supuesto según particularidades personales, pero que sin embargo la mezcla nos aguarda sorpresas.

La primera impresión percibida ante esta construcción de madera en medio del campo fue la de percibir un único individuo, indivisible y compacto, en gran medida gracias a la elección de un solo material de acabado exterior para todo el conjunto, diseñado con gusto geométricamente y prestando atención al diseño de los huecos, sin embargo, al entrar en profundidad me encontré con lo dulce (o salado, según cada cual), una vivienda que no es una, sino tres, que ha buscado la independencia de cada una de las partes, y que se intercomunican a través de espacios comunes y exteriores, generando un patio comunitario amplio y accesible para las familias, viendo las viviendas en planta, la mirada superficial del comienzo se va modificando, se comienzan a ver los pasos entre viviendas y el patio conector, un espacio no volumétrico con tanta importancia como cada uno de los volúmenes de las viviendas, generado pensando en la interconexión familiar de las tres familias, un lugar para todos, un nexo de unión personal, transformando un lugar tradicionalmente privado y cerrado a la privacidad de una unidad familiar a un espacio interfamiliar, ejemplo claro de la capacidad de la arquitectura de influir en las relaciones colectivas.

casa en el campo

Otro de los puntos que a primera vista me condujo al engaño, fue ese aspecto far-west relacionado con la construcción de madera, complejo subconsciente del observador, y que asienta la obra en un contexto, el contexto sobre todo de la atmosfera levantina del interior, un anclaje perfecto en el paisajismo de los parajes áridos, de vegetación arbustiva, de olivos y almendros, de radiación solar dominante durante el año, paisaje continuo y constante en el espacio y prácticamente en el tiempo, no voy a negar que incluso añoro que aparezca de la nada alguien galopando sobre un caballo hermoso y rutilante, o atado con un cordel en la puerta de la vivienda junto a alguna de las entradas, bebiendo agua en algún abrevadero, y aun así, la imagen me resultaría de lo más natural, el uso de la madera como material único y su disposición contribuye a una imagen que siendo eminentemente actual la hace atemporal en el imaginario, que además como bien dice el autor, “permanece a la espera de transformarse por el tiempo, según el sol vaya volviendo grises sus fachadas y vayan apareciendo signos de vidas jubilosas”, solución maravillosa para fundirse con el entorno.

Unas de las cuestiones más importantes resulta la conjunción perfecta entre las soluciones constructivas contemporáneas a un concepto vernáculo, la coherencia entre las necesidades, que van desde el bienestar posible actualmente y la atmosfera tradicional heredada (que a veces pueda parecer tan contradictoria), y las posibilidades.

Quizás una de las experiencias más interesantes es la transición interior-exterior de la casa, al cruzar el umbral nos encontramos con una vivienda con una imagen mediterránea y local (Podemos ver más construcción similares y rústicas desde aquí), con un juego elegante texturas, y sobre todo una honestidad constructiva abrumadora, se refuerza aquella idea de la belleza está en la estructura, los huesos, aquí las texturas de los constructivo en el suelo y techo acentúa la humildad en materiales y la ambición en espacio. Un interior fresco y abierto que contrasta con el exterior panelado de colores cálidos, y la visión exterior de cierto aislamiento se convierte en abierta desde dentro.

Además añadir, lo meticuloso en la concepción de los huecos, el exceso lumínico característico de este lugar seria el malvado de la película, una radiación excesiva a través de huecos grandes provocaría “la matanza” del interior, en cambio atmosférico terrorífico, que se ha solucionado de manera eficiente colocando vidrios de baja emisividad y contraventanas al exterior que evitan las pérdidas de calor en Invierno y la entrada de Irradiación solar en Verano, al mismo tiempo que la orientación de los huecos se centra en la dirección Sur, donde la precauciones son pocas, y que concentra el 75% de hueco.

En definitiva, un conjunto de viviendas vibrante, articuladas inteligentemente y solucionadas de forma ética y coherente. Conjunto que ha sido premiado en la XVII convocatoria de los Premios de Arquitectura de la Región de Murcia.